Antonio Rodríguez-Moñino
Antonio Rodríguez-Moñino (Calzadilla de los Barros, 1910-Madrid, 1970), estudio Filosofía y Letras y Derecho en la Universidad de Madrid, consiguiendo en 1935 una Cátedra de Lengua y Literatura Española de Enseñanza Media. Durante la guerra civil perteneció a la Junta de Protección del Tesoro Artístico, realizando una intensa labor de protección y conservación del patrimonio bibliográfico español; fue depurado de su cargo docente en 1939, expediente que no se resolvió hasta 1967, se doctoró en la Universidad de Salamanca en 1965. Fue Profesor en la Universidad de Berkeley, conferenciante invitado en numerosas universidades europeas y americanas, Doctor “Honoris causa” de la Universidad de Burdeos, Miembro de The Hispanic Society of America y Académico de número de Real Academia Española en 1968. El gran hispanista francés Marcel Bataillon le llamó el “Príncipe de los bibliógrafos españoles”.
Su producción intelectual e investigadora se acerca a las trescientas publicaciones, centradas fundamentalmente en temas extremeños, historia de la literatura, con especial atención a la poesía de los Siglos de Oro, bibliografía de impresos y manuscritos, bibliofilia, arte, genealogía, etc. Figura relevante de los estudios bibliográficos españoles de su época, su minuciosidad investigadora, su metodología crítica y su constante dedicación erudita ofreció una serie de estudios y trabajos que revolucionaron los conocimientos de la historia de la bibliografía hispana. Publicó numerosísimas ediciones de obras inéditas y desconocidas de la literatura española, catálogos de manuscritos e impresos y repertorios bibliográficos de temas y aturares. Alentó diferentes colecciones de estudios y ediciones, revistas literarias y publicaciones de bibliofilia y crítica, así como la creación de al Editorial Castalia. Es una de las figuras intelectuales más relevantes de la cultura de la posguerra española y, junto a su viuda María Brey Mariño y por deseo personal de ambos, donaron en 1995 su espléndida biblioteca particular de más de 17.000 volúmenes, con valiosísimos impresos y manuscritos antiguos y grabados, a la Real Academia Española.